A Marco, un niño-Sol y a su padres,
Nuria y Antonio,
una galaxia de corazones lindos,
con todo mi amor.
Te voy a contar un cuento,
aunque será un cuento en verso
que un día te contarán
cuando crezcas,
seas mayor
y llegues a las estrellas
con tu sonrisa de mar.
Verás, antes de que nacieras,
antes de llamarte Marco,
te esperábamos contentos
con ganas de que llegarás
y cantarte, y darte besos,
y llevarte por la calle
en un carro de ilusión.
Tu mamá y tu papá,
y yo, que soy tía adoptiva,
y poeta y cuentacuentos,
imaginamos tu cara,
tu sonrisa, tos ojazos
tu corazón de ave alada
tus pies andantes,
tus manos…
Pensábamos tanto en ti
que cuando llegaste aquí a vernos
el sol salió a recibirte
para borrar el invierno.
Ese corazón dio un brinco,
hizo una pirueta el alba,
y en el regazo de luz
de los brazos de tus padres,
dormido profundamente,
con un sueño tú quedaste.
¡Cómo se alegró ese día!
¡Qué feliz fueron las nubes!
¡Cuántos besos te esperaban!
¡Llegaste, Marco, tan dulce
que abriste los corazones
de quien ya pudo mirarte!
PD: La tía Pura cuenta-cuentos
irá pronto a visitarte.
¡No me aguanto sin besarte!