POEMA PARA EL CORAZÓN DE LUAY. SU NOMBRE SIGNIFICA «RESILENCIA», Y ASÍ ES ÉL, UN NIÑO LUCHADOR Y ALEGRE, COMO SU MAMI, SU PAPI Y TODA SU FAMILIA…COMO TODO SU PUEBLO, QUE INTENTA SOBREVIVIR A UNA INJUSTA GUERRA: SIRIA.
Para ellos, a través de LUAY, mi amor, desde el corazón, y este poema que especialmente quiere llegar a su corazón y al de NADIA, su mami, a quien quiero MUCHO!
Hoy los niños tienen una mirada azul
que atraviesa ventanas, paredes
y el cielo oscurecido de los días que gotean.
Uno de ellos, sin embargo, parece viajar
entre todas las distancias.
Las borra, con sus manos traviesas
y una goma de borrar de alegría blanca.
Las difumina, con su sonrisa bella,
esa que lleva prendida a los labios
y que ni siquiera desaparece
cuando entorna sus ojos y se duerme.
Ese niño deshacedor de tristeza y de distancias
es Luay, un niño que juega a ser él mismo,
a dibujar rayitas de color en las paredes;
que baila con su cuerpo peonza
y sus pequeños pies de danzarín imparable.
La derecha y la izquierda no le sirven:
él dibuja círculos de baile por el aire,
volteretas de amor cuando mira a su madre,
bucles y saltos de alegría
a pesar de que hace días
que su corazón grande no pasea por las calles.
Luay se ha puesto hoy un gorro diferente:
un gorrobufanda distinto y elegante.
“Mami Nadia, no importa si hoy no paseamos…
Acércate a mi lado cuanto antes,
léeme esos libros de robots, ardillas y gigantes.
Dame las palabras que otros escribieron
para que los niños soñemos
aventuras, caminos, esperanzas y sueños”.